PELIGROS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Bienvenidos otro martes más a este blog. En los dos posts anteriores hemos comentado las figuras de dos grandes científicos que están revolucionando la ciencia actualmente con sus proyectos. Hoy, sin embargo, vamos a hablar de lo que supone la entrada a nuestras vidas de las nuevas tecnologías.

No podemos negar que los avances, tanto científicos como tecnológicos, están revolucionando la sociedad y nuestra forma de vivir y comunicarnos. Cada vez es mucho más fácil y eficaz relacionarnos, no solo con las personas que están a nuestro alrededor, sino con aquellas que están a miles de kilómetros de distancia. Un ejemplo de estos dispositivos que nos permiten hacer todas esas cosas es el teléfono móvil. Se ha convertido en una parte esencial de nuestra vida, sin la cual la mayoría non sentiríamos totalmente perdidos. 

Este es precisamente el momento en el que pasa de ser un dispositivo que nos ayuda en el día a día, a constituir una adicción. Cuando pensamos en problemas de los dispositivos electrónicos, automáticamente nos viene este a la mente y, aunque sea un amenaza real para la sociedad, también implica muchos otros. Los problemas físicos, como pérdida de la visión o tendinitis en los dedos y muñecas, son solo el prinipio; los psicológico son los más difíciles de diagnosticar y, por o tanto, de tratar y prevenir. 

El insomnio es un problema que recientemente se ha empezado a relacionar con el uso de los dispositivos electrónicos dos horas antes de irse a dormir. Se ha demostrado, que la luz blanca y brillante que producen las pantallas de de los ordenadores, tablets y teléfonos móviles, puede llegar a afectar a la glándula pineal. Esta, que es la encargada de producir melatonina, que es la hormona que regula el sueño, puede reducir su producción hasta en un 22%. La falta de esta sustancia química tiene como  consecuencia en nuestro organismo la ausencia de somnolencia. Puede que durante unos días no seamos conscientes de la falta sueño, pero la pérdida de sucesivas horas puede afectar directamente a nuestros ritmos circadianos, que se definen como periodos de veinticuatro horas que regulan las funciones fisiológicas de nuestro cuerpo. 

La falta de sueño puede parecer un problema no muy grave en comparación con otro que pueden ser causados por estos dispositivos electrónicos, pero puede desembocar en trastornos psicológicos mucho más graves. Los desórdenes del sueño pueden contribuir en el sentimiento de estrés, un menor rendimiento físico y una limitada capacidad cognitiva.

Por lo tanto, debemos tratar de contemplar estos dispositivos como una ayuda puntual, y no como algo sobre lo que dependamos.