LA HIPÓTESIS DE LA SÍNTESIS PREBIÓTICA
Estamos aquí un martes más para hablar sobre un nuevo tema,
la Síntesis Prebiótica.
La Síntesis Prebiótica se define como el proceso por el
cual se formaron las moléculas orgánicas a partir de nutrientes básicos que
posibilitaron la aparición de la vida sobre la Tierra hace aproximadamente unos
4000 millones de años. Este proceso fue denominado así por el bioquímico ruso
Aleksander Oparin en su libro de 1924 "El origen de la vida en la
Tierra", con el que fue el primero en tratar con detalle científico y con
la evolución en mente el tema del origen de la vida.
Para poder estudiar cómo
tuvo lugar el orígen de la vida, Oparín tuvo que imaginarse cómo eran la
condiciones en la Tierra. Tras varios estudios, determinó que había unas las
temperaturas altas en aquella Tierra primitiva, junto con un enorme impacto de
rayos ultravioleta del sol por la ausencia de atmósfera. Este proceso creación
de la vida, según Oparin, habría tenido lugar en tres fases:
- La primera, en la que las que las moléculas inorgánicas básicas, como carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, se asociaron de forma progresiva para originar moléculas orgánicas sencillas. La mezcla de gases de la primitiva atmósfera, expuesta a la radiación solar, reaccionaría para dar lugar a moléculas orgánicas tales como aminoácidos o azúcares.
- La segunda fase, en la que estas moléculas orgánicas sencillas se condensaron formando moléculas orgánicas más complejas. Estos compuestos se acumularon en los océanos primitivos
- La tercera, en la que se formarían agregados moleculares en forma de coacervados, que son sistemas formados por la unión de moléculas complejas en el seno de los océanos primitivos. Estos coacervados serían los precursores de los seres vivos.
Para
comprobar que la teoría postulada por Oparin era cierta, Stanley L. Miller, un
estudiante de la Universidad de california, tuvo la idea de realizar un
experimento que lo corroborase. Para ello, sometió el metano, amoníaco,
hidrógeno, dióxido de carbono, nitrógeno y agua, los que creían que eran los
componentes de la atmósfera primitiva, a descargas eléctricas de 60.000 voltios
a temperaturas muy altas, con el fin de intentar reproducir las condiciones
climatológicas de ese momento. El éxito del experimento fue parcial, nunca
logró la obtención de materia viva, solo algunos de sus componentes.
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